Más allá del éxito empresarial, la historia de Estée Lauder está marcada por la persistencia y la atención al detalle. Visitaba personalmente las tiendas, formaba al personal de ventas y creía firmemente en el poder de la imagen. Su visión era ofrecer lujo accesible, un concepto que definió a la marca durante décadas. En los años 60, comenzó su expansión internacional, y con el tiempo, la compañía se convirtió en un grupo multinacional que agrupa marcas como Clinique, MAC, Tom Ford Beauty y La Mer.
A partir de los años 60, la compañía se expandió internacionalmente, empezando por Londres y Hong Kong. La marca también supo diversificar su portafolio con nuevas líneas (como Aramis o Origins) y colaboraciones con diseñadores y celebridades. Estée Lauder Companies hoy opera en más de 150 países y es una de las principales potencias de la belleza de lujo en el mundo.