Cuando hablamos de marca, nos referimos al nombre, símbolo o diseño que identifica un producto en el mercado. Es lo que hace que, por ejemplo, las bebidas gaseosas de Coca-Cola sean tan reconocibles. Los consumidores buscan estas bebidas por su nombre y las prefieren sobre otras, incluso si son similares. Esto demuestra el poder de una marca bien construida.
Una marca fuerte no solo identifica un producto, sino que también puede generar lealtad en los consumidores, lo que es crucial para el éxito a largo plazo de cualquier negocio. Esto se debe a que las marcas no solo representan productos, sino también valores y emociones con los que los consumidores se identifican.